miércoles, 5 de abril de 2017


Modelos de Repoblación y su influencia en la estructura de la propiedad:


  La  repoblación es un proceso histórico que consistió en el reparto y colonización por parte de los reinos cristianos de tierras deshabitadas y abandonadas por los musulmanes tras la reconquista.

 Comienza en la alta Edad Media, en torno al siglo IX y fue paralela a la reconquista, aunque perduró mas allá de la expulsión musulmana. Se llevó a cabo de manera distinta por parte de cada reino (llamados modelos de repoblación) y no fue simultánea. Hubo cuatro etapas diferenciadas, aunque existen algunas características comunes a toda la repoblación en conjunto.
Los principales promotores de la repoblación fueron las órdenes militares y religiosas. Esto se debió a la necesidad de defender los territorios recién conquistados, territorios fronterizos bajo la constante amenaza de combates e incursiones.
Este hecho provocó que los repobladores disfrutaran de libertad en aquellos territorios. Las órdenes controlaban todos los aspectos dentro de sus tierras, tanto los económicos como los políticos.
También se utilizó el sistema de cartas pueblas, documentos oficiales entregados por el Rey que otorgaban el derecho de fundación de villas reales, conocidas también como municipios, que contaban de cierta autonomía y autogobierno (aunque seguían obedeciendo las leyes reales).

  La repoblación dependió de varios factores como la geografía del territorio, la población residente en la zona u otros motivos como los recursos disponibles.
La principal consecuencia de la repoblación es la estructura de la propiedad hoy en día, aunque durante la historia de España el control de la Iglesia y la nobleza sobre la tierra provocó múltiples problemas (desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, atraso agrícola e industrial en el siglo XIX, empobrecimiento del campesinado y escasas condiciones laborales).


Modelos de Repoblación:


La principal diferenciación entre los distintos modelos es su aplicación temporal. Son, en general, similares en los distintos reinos, aunque tienen algunas diferencias.
El primer modelo de repoblación que se utilizó fue la presura o también llamado el aprisio. Este modelo fue aplicado por los reinos de Aragón, Asturias y León, y por los condados de Cataluña y Castilla). Se documenta entre el final del siglo VIII y el siglo X. Su principal zona de acción fue Galicia, el alto Aragón y la submeseta norte. El nombre deriva de la palabra prendo que significa tomar o apropiar, al igual que la aprisión en Aragón. Este sistema era muy básico, y consistía en otorgar las tierras en propiedad a cualquiera que dispusiera de medios para la colonización y la defensa del territorio.  Se dio de manera oficial, bajo el amparo del Rey, y de manera espontánea por campesinos y comunidades. Se introdujo a población norteña en las tierras deshabitadas para su crecimiento agrícola y cultural. Se dio lugar a los minifundios (sobre todo en León), que serían los antecedentes de los latifundios.

Al avanzar la reconquista, y tras pasar la frontera establecida en el Duero y el Ebro, se llevó a cabo la repoblación concejil. Este sistema utilizaban las Cartas Puebla entregadas por el Rey. Para atraer población a las zonas fronterizas, se otorgaban concesiones y fueros especiales, lo que dotó de cierta autonomía a los concejos, también llamados Villas Reales. Muchos de los habitantes que decidieron aceptar las condiciones eran gente que huía de la justicia o del régimen señorial. La principal zona de aplicación de este sistema fue el sur del Duero y del Ebro, durante los siglos XI y XII.

En los siglos siguientes, la repoblación corrió a cargo de órdenes militares y religiosas. Este sistema fue denominado repartimiento. Este modelo fue muy utilizado en el siglo XIII y principalmente aplicado en Castilla La Mancha y Extremadura. Consistió en la entrega de grandes latifundios a las órdenes para su gobierno y protección, ya que la zona estaba en constante amenaza musulmana. Tres fueron las principales órdenes que lucharon por el territorio: Alcántara, Calatrava y Santiago. Éstas órdenes estaban compuestas por monjes-guerreros, cuya principal misión era la guerra. La entrega de las tierras por el Rey, también denominados Donadíos, fue como recompensa por los servicios prestados, y se dedicaron principalmente a la ganadería. Posteriormente, estos territorios quedarían totalmente desaprovechados y abandonados de la innovación agrícola. En la segunda mitad del siglo XIII, el sistema también se aplicó a Andalucía y Valencia.
Otro modelo de repoblación, aunque menos frecuente, fueron las capitulaciones. Estas se aplicaban en territorios poblados por musulmanes. Al no tener recursos o habitantes, se decidió otorgar las tierras a los mudéjares. En las zonas donde se aplicaron las capitulaciones, se mantuvieron las propiedades y la religión musulmanas (hasta la expulsión definitiva de los musulmanes). Las principales zonas donde se dio este modelo de repoblación fueron el Valle del Ebro y Valencia.



Consecuencias de la repoblación:


Las consecuencias de la repoblación dependieron del modelo implementado. En general, gran parte de la organización territorial hoy en día se debe a los sistemas empleados en la época.
En la presura, se potenció la existencia de pequeños campesinos. Se organizaban en pequeñas comunidades y en ocasiones eran propietarios de sus tierras. Muchos campesinos estaban bajo el patrocinio de nobles y magnates. Se reforzaron las relaciones de dependencia, lo que sería el germen del sistema feudal.
En el modelo concejil, se impulsó la economía artesanal y el comercio, aunque el principal eje continuó siendo la agricultura. Se mantuvo al pequeño y mediano propietario, que evolucionaría con el tiempo en la burguesía.
El sistema de repartimiento impulsó la ganadería ya que las zonas eran muy amplias y poco pobladas. Esto dio pie a la creación posterior de la Mesta, la asociación ganadera. El tipo de propiedad fue el latifundio, en el que las órdenes impulsaron la producción textil, que mas adelante seria el principal factor comercial de Castilla.



En conclusión, la gran división de la propiedad de la tierra produjo problemas posteriormente.  Las tierras municipales y las entregadas a nobleza y clero fueron degenerando con el tiempo. No se implementaron los adelantos técnicos ni se invirtió dinero en ellas. Este sería un factor muy determinante en la edad contemporánea, que significaría el fuerte atraso económico e industrial del país con respecto a otras potencias europeas.


En Extremadura, la mayoría del territorio fue repartido a las órdenes militares, principalmente a la de Alcántara en el norte y a la de Calatrava en el sur. Esto hizo que la estructura de la propiedad en la región siempre fuera la feudal; un único propietario controlaba grandes porciones de tierra en la que trabajaban jornaleros y campesinos, que muchas veces acababan empobrecidos y sufrían unas malas condiciones laborales.

El hecho histórico mas relevante producido por la repoblación, fueron las desamortizaciones. Desde Jovellanos hasta Mendizábal y Madoz, con el paso del tiempo los ilustrados vieron los grandes defectos de este sistema, que conllevaron un gran atraso, e intentaron solucionarlo de distintas maneras. Sin embargo, estos intentos quedaron en nada, ya que las tierras desamortizadas pasaron a la burguesía y la estructura de la propiedad se mantuvo. 

martes, 4 de abril de 2017

Los visigodos. Leovigildo y Recaredo

Una vez entraron en la península alrededor del 410, los visigodos situaron la capital del reino en Toledo por su estratégica localización central. Estaban gobernados por reyes, siendo su monarquía electiva, lo que ocasionaba frecuentes disputas entre facciones nobiliarias. El primer monarca, Atanagildo, dirigía la administración, elaboraba las leyes y era juez supremo y jefe del ejército. Además contaba con apoyo del Aula Regia, consejo de nobles asesores.
La monarquía electiva era una forma de gobierno en la cual el monarca era elegido por votación a través de algún mecanismo de naturaleza variable. A diferencia de la democracia, los electores y los candidatos pertenecían a algún cuerpo restringido, por el cargo ocupado o la pertenencia a un estamento.
Sin embargo, con este sistema solamente llegaron tres personas al trono: Chintila, Wamba y Rodrigo.
el monarca estaba ungido por Dios y  a éste debía su llegitimidad aunque esto no persuadía los asesinatos ni las rebeliones ni usurpaciones al trono, frecuentes en el reino visigodo.
Con el rey Leovigildo, se inició una lenta integración de godos e hispanorromanos, después de la fuerte imposición sobre estos, siendo así el primer intento de crear un estado en la península. Para lograr el reconocimiento de su soberanía por parte de los hispanorromanos, sometió a cántabros y vascones;  anexionó el reino suevo y recuperó parte de los dominios bizantinos del sureste peninsular. Consiguió también dominar la rebelión nobiliaria del sur, partidaria de su hijo Hermenegildo, quien se había convertido al cristianismo frente al arrianismo oficial. Leovigildo, el unificador, acuñó un ideal nacionalista que identificaba al reino de los godos con Hispania.
Recaredo continuó la tarea que había emprendido su padre y que tenía como fin la unificación o, por lo menos, la paulatina fusión de las dos etnias hispanas: la indígena romanizada y la germánica invasora, menos romanizada y de distinta confesión religiosa, aunque también cristiana: el arrianismo.
Como su padre fracasó en la unificación religiosa en torno al arrianismo, Recaredo, después de convocar el Concilio en el 587, dio el paso decisivo bautizándose católico y proclamando el catolicismo religión del Estado en el III Concilio de Toledo.
En este momento, la unificación territorial, política y religiosa era un hecho.
Trascendencia histórica.
Esta forma de gobierno y el nacionalismo impulsados por Leovigildo se verán reflejados a partir de la Reconquista, la cual habría sido imposible de no ser por los cristianos que vindicaron la herencia goda, y todavía sigue vigente en la actualidad a pesar de las numerosas variaciones que ha sufrido.
Por otro lado, el cristianismo pervivirá en Hispania y será uno de los pilares más importantes en la sociedad y que más poder ha tenido sobre el pueblo.