martes, 29 de noviembre de 2016

El Cacao Azteca

La historia del árbol de cacao es algo confusa. No se sabe con exactitud si el árbol era original de las zonas del río Orinoco y del amazonas y luego se llevó hasta México, donde fue tan preciada por los Aztecas o si fue al contrario y era original de la zona Azteca y luego se extendió por toda sudamérica. 

Pero su primer uso fue dado por los aztecas. Estos lo tenían por un bien tan preciado que llegaron a utilizarlo como moneda de cambio. Esto fue antes de que se descubriera que podía ser triturado y comido. Los aztecas a su vez tenían también sus propias leyendas de cómo se consiguió el cacao, dado que lo consideraban un regalo de los dioses: La mitología atribuye al dios Kukulkan quien ofreció a los mayas el cacao (kakaw, en lenguaje maya) y estos para agradecerlo y  para honrar al dios del cacao,  celebraban un festival anual en abril, un evento que incluía sacrificios de animales con marcas pintadas de chocolate, ofrendas de cacao, plumas, incienso e intercambio de regalos.
Según los aztecas, el dios bueno y sabio que había traído consigo las semillas de cacao, fue Quetzalcoatl, quien lo regaló a su pueblo para que disfrutaran del manjar que los mismos hijos del Sol apreciaban.



Los primeros restos de consumo de cacao por parte de los aztecas data de 1500 a. C. aproximadamente, aunque es posible que ya fuese consumido antes. Era un manjar tan codiciado que los aztecas llegaron a conquistar el Soconusco, dado que era la mejor zona para el cultivo del cacao y debido a las complicaciones que tenían para cultivarlo en el altiplano mejicano. Aunque se considera a los aztecas como los primeros consumidores de cacao, es posible que el primer pueblo que produjese el cacao y lo tomase como chocolate fuera un pequeño pueblo llamado los Olmecas, presentes en la costa del golfo de México.
El proceso consistía en secar y tostar las simientes que después se trituraban, y se les añadía canela, vainilla o pili (un picante), se pasaban a través de un proceso de fermentación y el resultado se cocía en agua, logrando un líquido espeso. Era una bebida reservada para la clase alta de la sociedad la cual solo tomaban personas con un cierto rango dentro de la sociedad.


Fue con la conquista de América cuando este producto llegó a toda Europa. Se creé que fue el propio Cristóbal Colón, tras probarlo en su cuarto viaje, el que trajo unas semillas de cacao a los Reyes Católicos. Sin embargo, estos lo rechazaron debido a su amargo sabor. Fue Hernán Cortés quien, después de probar la bebida preparado por los Aztecas, la definió como algo magnífico y decidió traérsela al rey Carlos I. Fue aquí donde comenzó a extenderse por toda la corte y comenzó la historia de uno de los alimentos y de las bebidas más tomadas en toda Europa.


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